ACICI - Informe de Seminario

1. Este seminario de medio día fue organizado conjuntamente por la Agencia de Cooperación y de Información para el Comercio Internacional (ACICI) y el Programa de Diplomacia Comercial de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNCTAD). Incluyó presentaciones de varios expertos independientes sobre la política comercial agrícola aplicada actualmente en ciertos países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en el contexto de las negociaciones en curso. La finalidad del seminario era ayudar a los países en desarrollo y a las economías en transición a comprender las principales cuestiones que están en juego en las actuales negociaciones comerciales sobre agricultura.

2. Los puntos examinados comprendieron la política comercial agrícola de la Unión Europea (UE); los resultados de la Conferencia Ministerial de Doha; las propuestas del Japón en las negociaciones de la OMC sobre agricultura; y las repercusiones comerciales de la política agrícola estadounidense. Los oradores fueron la Sra. Sheila Page (Overseas Development Institute, Reino Unido), el Sr. Yasushi Fujii (Kyodo News Geneva Bureau) y el Sr. Michael Swidinsky (AgriFood, Canadá).

II. Las Negociaciones de la OMC sobre Agricultura y la Política Comercial Agrícola de la UE

3. La Sra. Sheila Page hizo una presentación de las negociaciones en curso en la OMC sobre agricultura, con énfasis en la perspectiva de la UE. Señaló que los principales sectores en los que la UE deseaba impulsar la liberalización del comercio eran los servicios, el acceso de los productos industriales a los mercados y algunas cuestiones relativas a las normas y a la propiedad intelectual. La posición de la UE en materia de agricultura ha sido principalmente de índole defensiva. A pesar de las presiones en el sentido de la reforma de su Política Agrícola Común (PAC), la UE ha demostrado un fuerte compromiso por mantener su régimen agrícola actual. Es probable que para la UE, la única forma de obtener nuevas concesiones en estas esferas sea mediante un arreglo en el marco de las negociaciones sobre comercio y medio ambiente.

4. La oradora añadió a continuación que, en materia de agricultura, la línea divisoria entre la UE por un lado - apoyada por Suiza, Noruega y el Japón, y por el otro, la coalición compuesta, en particular, por el Grupo de Cairns, ideológicamente comprometido con el libre comercio, los EE.UU. y otros países latinoamericanos - ha cambiado muy poco desde la Ronda Uruguay. En el período anterior a la Conferencia Ministerial de Seattle, la UE introdujo el concepto de las preocupaciones no comerciales, o multifuncionalidad, para demostrar que la agricultura desempeñaba otras funciones (vinculadas al medio ambiente y a la seguridad alimentaria), que no tan sólo la de producir y comercializar productos agrícolas. Sin embargo, estas funciones sólo podrían garantizarse protegiendo la agricultura como actividad económica. Observó que en el Acuerdo de la Ronda Uruguay sobre la Agricultura, que sirvió de base en las negociaciones, las preocupaciones no comerciales se consideraban una cuestión legítima, que debía tenerse en cuenta.

5. Aunque el resultado final de la Ronda Uruguay se negoció mayormente entre la UE y los EE.UU., el Grupo de Cairns tuvo la fuerza suficiente para bloquear la propuesta inicial de éstos. [Nota 1] La Argentina y el Brasil asumieron un papel importante en este proceso y se esforzaron particularmente por impedir que la UE y los EE.UU. negociaran un acuerdo en 1990. La Sra. Page destacó que la participación de los países en desarrollo en las negociaciones sobre agricultura había sido muy distinta de su participación en otras negociaciones, como las relativas a los textiles y el vestido, o al trato especial y diferenciado. En materia de agricultura, los países en desarrollo ya no actuaban como un grupo. Los intereses de los países exportadores desarrollados y de los países exportadores en desarrollo tendían a ser semejantes, mientras que los intereses de los países importadores en desarrollo coincidían más con los intereses de los países desarrollados subvencionadores, que podían abastecerles con importaciones de productos alimenticios baratos.

6. Varios países en desarrollo presentaron una propuesta para incluir en el mandato de Doha una referencia específica a la adición de un compartimento de desarrollo. Esta propuesta, del año 2000, comprende un grupo de once países [Nota 2] y propone tratar la agricultura como un elemento especial en el proceso de desarrollo, por ser el sector que empleaba la mayor parte de la mano de obra rural y de bajos ingresos y por su gran aportación al PIB y a los ingresos. Se justificaría así el permitir que los países en desarrollo adopten medidas, además de las comúnmente admitidas, encaminadas a proteger o fomentar su sector agrícola, en particular el trato especial para los pequeños agricultores. La oradora añadió que el derecho de tomar tales medidas, en particular en cuanto a la concesión de un trato especial para los pequeños agricultores, resultaría difícil de obtener, dado que las relaciones comerciales estaban basadas en la reciprocidad, a no ser que ello formara parte de un trato que reconociera la multifuncionalidad. Precisó que convenía estudiar esta posibilidad y ver si se ajustaba realmente a los intereses del conjunto de los países en desarrollo.

III. Los Resultados de la Conferencia Ministerial de Doha y el Papel de los Países en Desarrollo

7. La Sra. Page observó que las negociaciones sobre agricultura se iniciaron en el año 2000, pero que existían pocas posibilidades de que finalizaran sin un empujón a nivel ministerial. En la Conferencia Ministerial de Doha se formó una amplia alianza que se opuso a los esfuerzos de la UE por proteger su régimen de subvenciones y obtener el reconocimiento de que la agricultura podía desempeñar un papel importante en la promoción de objetivos sociales y medioambientales (multifuncionalidad).

8. En la Declaración de Doha se reconocía que el trato especial y diferenciado debía formar parte de las nuevas negociaciones sobre agricultura y de los acuerdos futuros. Esto podía interpretarse como el regreso a la posición del período anterior a la Ronda Uruguay, en el que se apoyaba la necesidad del trato especial, con obligaciones menos rigurosas y períodos de transición más largos para los países en desarrollo.

9. En la Declaración de Doha se han extendido asimismo los períodos de transición para que los PMA puedan cumplir sus obligaciones en materia de subvenciones y derechos de propiedad intelectual. Estos últimos constituían una parte importante de las posiciones de los países en desarrollo y encontraron una fuerte oposición por parte de los países desarrollados en los primeros debates sobre la aplicación, que se mantuvieron entre las Conferencias Ministeriales celebradas en Seattle y en Doha. La relativa facilidad con que se aprobaron estos debates en Doha se debe a las negociaciones informales, y, probablemente, a que eran una parte esencial para cualquier compromiso. En lo que se refiere al medio ambiente, por el contrario, los países en desarrollo experimentaron un fracaso importante.

10. En cuanto a la Ley Agrícola de los EE.UU. (US Farm Bill), la oradora opinó que marcaba el abandono de los esfuerzos de liberalización y era en parte un paso hacia el unilateralismo. La Ley Agrícola ha sido objeto de fuertes críticas a nivel internacional. La alianza vencedora en Doha ya se disolvió, porque la Ley Agrícola de los EE.UU. dificultaba cualquier razonamiento en pro de la reforma de la política de la UE.

11. Según la Sra. Page podría darse en las negociaciones el intento de trasladar al compartimento verde [Nota 3] las subvenciones que ahora se hallan en el compartimento azul [Nota 4] , y en general, un cambio en la política de la UE hacia la concesión de subvenciones no relacionadas directamente con la producción. Si bien las subvenciones son el blanco de muchas críticas, la oradora señaló que el sistema actual de subvenciones podría beneficiar, en general, a los países pobres de África, a excepción de los que tratan de exportar productos alimenticios transformados o los que se ven particularmente perjudicados por las exportaciones de productos subvencionados específicos. Sin embargo, podrían sacar mayor provecho de un acceso mejorado a los mercados de la UE y a los de otros países, que de subvenciones más reducidas. Ello podría lograrse manteniendo los contingentes arancelarios específicos, aunque ya se cuestiona su compatibilidad con las normas de la OMC.

12. La oradora señaló que para reformar el sector agrícola a través de negociaciones multilaterales o bilaterales, los países deberían comparar el provecho de cada uno de los cambios con el costo de realizarlo. Entre las ofertas posibles estaría la concesión de acceso a otras mercancías o servicios, o la prorrogación de la Cláusula de Paz. El vencimiento de esta Cláusula [Nota 5] en 2003 proporcionaría, de hecho, un medio de acción posible, ya que la UE estaría quizás dispuesta a proponer una oferta importante a cambio de que se mantuvieran algunas subvenciones. Para poder utilizar este elemento, los países en desarrollo deberían definir sus prioridades y formar grupos de negociación eficaces. Los países ACP podrían utilizar este argumento en las negociaciones relativas a los Acuerdos de Cotonou, ofreciendo, por ejemplo, su apoyo a la Cláusula de Paz a cambio de obtener un mejor acceso a los mercados. Por otra parte, algunos países en desarrollo, como los latinoamericanos, se inclinan más por una reducción de las subvenciones y la terminación de la Cláusula de Paz. La Sra. Page añadió que existían intereses diversos incluso entre los países ACP, lo que dificultaba la formación de alianzas.

IV. Las Perspectivas del Japón con respecto a las Negociaciones de la OMC sobre Agricultura

13. El Sr. Yasushi Fujii señaló que el Japón es un gran importador de productos agrícolas, pesqueros y forestales, con un déficit comercial neto muy elevado en estos sectores. El Japón ha mantenido una posición muy constante en las negociaciones de la OMC sobre la agricultura. Entre sus propuestas, orientadas hacia la coexistencia de agriculturas diversas, está el apoyo al carácter multifuncional de la agricultura para garantizar la seguridad alimentaria y equilibrar las normas que se aplican a los países exportadores e importadores (manteniendo el sistema actual de ayuda interna y reforzando al mismo tiempo las disciplinas relativas a las exportaciones). El Japón considera que también se deben tener en cuenta los intereses de los países en desarrollo y las preocupaciones de los consumidores y de la sociedad civil.

14. El Sr. Fujii observó que en el Japón, los Ministerios de Asuntos Exteriores, Comercio y Economía, y Agricultura, elaboraban y aplicaban la política comercial. Muchos miembros del Parlamento, especialmente del partido político mayoritario, es decir el Partido Liberal Demócrata, necesitan el apoyo de las organizaciones que reúnen a agricultores y a explotadores agrícolas en las elecciones. Además, el consumidor japonés es muy sensible a la calidad de los productos alimenticios y a su inocuidad, y están dispuestos a pagar el doble del precio de un producto importado por un producto nacional si este último pareciera más seguro y tuviera mejor sabor.

15. Por último, el orador dijo que el Japón no tenía interés en hacer concesiones en materia de agricultura; por tanto, era necesario llegar a un compromiso global que abarcara todos los sectores.

16. En el debate general se mencionó que algunos países disponían de productos agrícolas de buena calidad sin recurrir a la concesión de subvenciones.

V. Las Repercusiones Comerciales de la Política Agrícola Estadounidense

17. El Sr. Michael Swidinsky explicó que el gobierno estadounidense empezó a intervenir en el sector agrícola durante la Gran Depresión del decenio de 1930. Esta intervención debía ser meramente temporal, pero debido a las tecnologías de reducción de costos, los precios siguieron disminuyendo de manera constante. La fuerza del grupo de presión agrícola en los EE.UU. garantizó la continuación de este apoyo, que tenía un impacto relativamente reducido en el presupuesto y muy pocos efectos negativos para el consumidor.

18. El Sr. Swidinsky proporcionó información detallada e hizo observaciones acerca de la ayuda que el gobierno estadounidense brinda al sector agrícola. Dijo, en particular, que la ayuda de este país a la agricultura, en términos de porcentaje o de valor de la producción, era inferior a la de la UE o el Japón pero superior a la del Canadá o Australia. En los EE.UU. esta ayuda ha disminuido de manera constante de 1987 a 1997 para después volver a aumentar, particularmente en el caso de los cereales y de las semillas oleaginosas, hasta alcanzar el nivel existente en el período anterior a la Ronda Uruguay.

19. La política agrícola de los EE.UU. está reglamentada por la Ley Agrícola que suele abarcar un período de cinco años. La última fue la Ley Federal de Mejora y Reforma de la Agricultura (Federal Agriculture Improvement and Reform FAIR Act) de 1996, que venció este año. Antes de 1996, la legislación había entrañado una intervención muy amplia del gobierno en el sector agrícola, debido a la baja de los precios de mercado. Para controlar los costos, el gobierno impuso medidas encaminadas a restringir las zonas de cultivo y a imponer el barbecho. La Ley FAIR de 1996 era una reforma parcial destinada a poner fin a la importante intervención del gobierno. Esta última concedía cierta flexibilidad a los agricultores respecto de los productos que se podían cultivar y suprimió el barbecho obligatorio. Los pagos complementarios fueron substituidos por pagos directos no vinculados a la producción. La nueva Ley Agrícola tiene el propósito de poner fin a las reformas parciales de la Ley FAIR. Su costo se estima en $190 mil millones para un período de diez años, es decir, $83 mil millones más de lo que costaría prolongar la Ley FAIR de 1996. Restablecería los pagos contracíclicos, como los pagos complementarios, pero no revocaría la flexibilidad en cuanto al cultivo de la tierra ni reintroduciría el barbecho obligatorio.

20. La Ley FAIR de 1996 y la Ley de los Acuerdos de la Ronda Uruguay entraron en vigor al mismo tiempo. Durante los primeros años de aplicación de la Ley de los Acuerdos de la Ronda Uruguay, los EE.UU. se mantuvieron muy por debajo del máximo de la medida global de ayuda (MGA). Sin embargo, la MGA total comenzó a aumentar en 1997 con el deterioro de los precios de los productos agrícolas. Además, los EE.UU. introdujeron las subvenciones ad hoc como medida de urgencia. En su última notificación a la OMC sobre la ayuda interna, los EE.UU. declararon la ayuda por pérdida de mercado como una MGA no referida a productos específicos. Como se trataba en ese momento de de minimis, no se incluyó en la MGA total. Los EE.UU. estaban ya muy cerca de su límite máximo y quizás lo sobrepasarán en 2002.

21. Según el orador, todo permitía suponer que los pagos contracíclicos se considerarían una MGA por producto. Si se daba una recuperación en los precios, la MGA total se mantendría por debajo del máximo, pero si éstos bajaban, los EE.UU. podrían muy bien sobrepasar el límite máximo de la MGA. Esto ocasionaría un aumento brusco e incontrolado de los pagos contracíclicos y de los pagos por complemento de préstamo. De ser así, los EE.UU. tal vez volverían a aplicar medidas encaminadas a regular la oferta. En las negociaciones de la OMC, los EE.UU. podrían tener mucho interés en mantener el compartimento azul, en vista de que, probablemente, los pagos contracíclicos quedarían circunscritos a éste.

22. El orador concluyó su presentación haciendo hincapié en las repercusiones de la nueva Ley Agrícola de los EE.UU. en los países en desarrollo. Señaló que ésta incrementaría el apoyo al sector agrícola en los EE.UU. Si bien la mayoría de las subvenciones distorsionan la producción, algunas son más perjudiciales que otras. Los programas de la nueva Ley Agrícola son los que causan mayor distorsión. Los excedentes generados por estas subvenciones acabarían en el mercado mundial y provocarían una baja en los precios mundiales. Para los países en desarrollo importadores netos de productos alimenticios, esto disminuiría la factura de sus importaciones; para los países en desarrollo exportadores netos de esta clase de productos, llevaría a la disminución de los ingresos procedentes de las exportaciones.

Nota 1: Conviene señalar que los cinco miembros latinoamericanos del Grupo de Cairns abortaron las negociaciones relativas al Balance a Mitad de Período, celebradas en Montreal en 1988 y que, de manera similar, los mismos provocaron la interrupción de las negociaciones sobre la agricultura y, por consiguiente, de la Conferencia Ministerial que tuvo lugar en Bruselas en 1990, y en la que se preveía finalizar la Ronda Uruguay. (volver a texto)

Nota 2: Los países que lo forman son: Cuba, El Salvador, Haití, Honduras, Kenya, Nicaragua, Pakistán, la República Dominicana, Sri Lanka, Uganda y Zimbabwe. (volver a texto)

Nota 3: La categoría verde comprende las subvenciones que no distorsionan el comercio o que lo distorsionan de forma mínima, y que, por tanto, están autorizadas de manera ilimitada. Las medidas relativas a la categoría verde deben, en general, disociarse de la producción, lo que significa que la ayuda proporcionada no debe vincularse a las decisiones relativas a la producción. (volver a texto)

Nota 4: La categoría azul autoriza la utilización de subvenciones para ciertos programas, cuyo efecto es limitar la producción, si bien no conlleva la obligación de reducir dicha ayuda. (volver a texto)

Nota 5: El artículo 13 del Acuerdo de la Ronda Uruguay sobre la Agricultura exenta ciertas medidas relativas a subvenciones nacionales a la importación y a la exportación de ser cuestionadas en la OMC, en virtud de las disposiciones del GATT de 1994 y del Acuerdo sobre Subvenciones y Medidas Compensatorias, por un período de nueve años (que vence en 2003), siempre y cuando los miembros respeten los compromisos contraídos, de conformidad con el Acuerdo sobre la Agricultura. (volver a texto)

		Version française English version
Bienvenidos Volver al inicio Presentación La ACICI en breve: objetivos, servicios Documentos Documentos en línea Portal de Comercio Acceso al comercio internacional y al desarrollo económico El Desarrollo de la ACICI La ACICI se transforma Colaboración con otras Organizaciones Actividades conjuntas de la ACICI Nuevos Embajadores ante la OMC Ginebra da la bienvenida a los nuevos jefes de misión ante la OMC Unidad de la ACICI para los No Residentes El Sistema de Alerta Anticipada ya está a disposición en línea Galería de Fotos Visite nuestra galería de fotos Navegar Plano del Sitio Contáctenos Medios de contacto	Informe de Seminario Diciembre de 2002
	Informe de la Reunión de Reflexión ACICI/UNCTAD: La Economía Política de las Negociaciones de la OMC sobre Agricultura (celebrada en la ACICI, Rue de Varembé 9, Ginebra, el 17 de mayo de 2002) Introducción Las Negociaciones de la OMC sobre Agricultura y la Política Comercial Agrícola de la UE Los Resultados de la Conferencia Ministerial de Doha y el Papel de los Países en Desarrollo Las Perspectivas del Japón con respecto a las Negociaciones de la OMC sobre Agricultura Las Repercusiones Comerciales de la Política Agrícola Estadounidense
	I. Introducción 1. Este seminario de medio día fue organizado conjuntamente por la Agencia de Cooperación y de Información para el Comercio Internacional (ACICI) y el Programa de Diplomacia Comercial de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNCTAD). Incluyó presentaciones de varios expertos independientes sobre la política comercial agrícola aplicada actualmente en ciertos países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en el contexto de las negociaciones en curso. La finalidad del seminario era ayudar a los países en desarrollo y a las economías en transición a comprender las principales cuestiones que están en juego en las actuales negociaciones comerciales sobre agricultura. 2. Los puntos examinados comprendieron la política comercial agrícola de la Unión Europea (UE); los resultados de la Conferencia Ministerial de Doha; las propuestas del Japón en las negociaciones de la OMC sobre agricultura; y las repercusiones comerciales de la política agrícola estadounidense. Los oradores fueron la Sra. Sheila Page (Overseas Development Institute, Reino Unido), el Sr. Yasushi Fujii (Kyodo News Geneva Bureau) y el Sr. Michael Swidinsky (AgriFood, Canadá). II. Las Negociaciones de la OMC sobre Agricultura y la Política Comercial Agrícola de la UE 3. La Sra. Sheila Page hizo una presentación de las negociaciones en curso en la OMC sobre agricultura, con énfasis en la perspectiva de la UE. Señaló que los principales sectores en los que la UE deseaba impulsar la liberalización del comercio eran los servicios, el acceso de los productos industriales a los mercados y algunas cuestiones relativas a las normas y a la propiedad intelectual. La posición de la UE en materia de agricultura ha sido principalmente de índole defensiva. A pesar de las presiones en el sentido de la reforma de su Política Agrícola Común (PAC), la UE ha demostrado un fuerte compromiso por mantener su régimen agrícola actual. Es probable que para la UE, la única forma de obtener nuevas concesiones en estas esferas sea mediante un arreglo en el marco de las negociaciones sobre comercio y medio ambiente. 4. La oradora añadió a continuación que, en materia de agricultura, la línea divisoria entre la UE por un lado - apoyada por Suiza, Noruega y el Japón, y por el otro, la coalición compuesta, en particular, por el Grupo de Cairns, ideológicamente comprometido con el libre comercio, los EE.UU. y otros países latinoamericanos - ha cambiado muy poco desde la Ronda Uruguay. En el período anterior a la Conferencia Ministerial de Seattle, la UE introdujo el concepto de las preocupaciones no comerciales, o multifuncionalidad, para demostrar que la agricultura desempeñaba otras funciones (vinculadas al medio ambiente y a la seguridad alimentaria), que no tan sólo la de producir y comercializar productos agrícolas. Sin embargo, estas funciones sólo podrían garantizarse protegiendo la agricultura como actividad económica. Observó que en el Acuerdo de la Ronda Uruguay sobre la Agricultura, que sirvió de base en las negociaciones, las preocupaciones no comerciales se consideraban una cuestión legítima, que debía tenerse en cuenta. 5. Aunque el resultado final de la Ronda Uruguay se negoció mayormente entre la UE y los EE.UU., el Grupo de Cairns tuvo la fuerza suficiente para bloquear la propuesta inicial de éstos. [Nota 1] La Argentina y el Brasil asumieron un papel importante en este proceso y se esforzaron particularmente por impedir que la UE y los EE.UU. negociaran un acuerdo en 1990. La Sra. Page destacó que la participación de los países en desarrollo en las negociaciones sobre agricultura había sido muy distinta de su participación en otras negociaciones, como las relativas a los textiles y el vestido, o al trato especial y diferenciado. En materia de agricultura, los países en desarrollo ya no actuaban como un grupo. Los intereses de los países exportadores desarrollados y de los países exportadores en desarrollo tendían a ser semejantes, mientras que los intereses de los países importadores en desarrollo coincidían más con los intereses de los países desarrollados subvencionadores, que podían abastecerles con importaciones de productos alimenticios baratos. 6. Varios países en desarrollo presentaron una propuesta para incluir en el mandato de Doha una referencia específica a la adición de un compartimento de desarrollo. Esta propuesta, del año 2000, comprende un grupo de once países [Nota 2] y propone tratar la agricultura como un elemento especial en el proceso de desarrollo, por ser el sector que empleaba la mayor parte de la mano de obra rural y de bajos ingresos y por su gran aportación al PIB y a los ingresos. Se justificaría así el permitir que los países en desarrollo adopten medidas, además de las comúnmente admitidas, encaminadas a proteger o fomentar su sector agrícola, en particular el trato especial para los pequeños agricultores. La oradora añadió que el derecho de tomar tales medidas, en particular en cuanto a la concesión de un trato especial para los pequeños agricultores, resultaría difícil de obtener, dado que las relaciones comerciales estaban basadas en la reciprocidad, a no ser que ello formara parte de un trato que reconociera la multifuncionalidad. Precisó que convenía estudiar esta posibilidad y ver si se ajustaba realmente a los intereses del conjunto de los países en desarrollo. III. Los Resultados de la Conferencia Ministerial de Doha y el Papel de los Países en Desarrollo 7. La Sra. Page observó que las negociaciones sobre agricultura se iniciaron en el año 2000, pero que existían pocas posibilidades de que finalizaran sin un empujón a nivel ministerial. En la Conferencia Ministerial de Doha se formó una amplia alianza que se opuso a los esfuerzos de la UE por proteger su régimen de subvenciones y obtener el reconocimiento de que la agricultura podía desempeñar un papel importante en la promoción de objetivos sociales y medioambientales (multifuncionalidad). 8. En la Declaración de Doha se reconocía que el trato especial y diferenciado debía formar parte de las nuevas negociaciones sobre agricultura y de los acuerdos futuros. Esto podía interpretarse como el regreso a la posición del período anterior a la Ronda Uruguay, en el que se apoyaba la necesidad del trato especial, con obligaciones menos rigurosas y períodos de transición más largos para los países en desarrollo. 9. En la Declaración de Doha se han extendido asimismo los períodos de transición para que los PMA puedan cumplir sus obligaciones en materia de subvenciones y derechos de propiedad intelectual. Estos últimos constituían una parte importante de las posiciones de los países en desarrollo y encontraron una fuerte oposición por parte de los países desarrollados en los primeros debates sobre la aplicación, que se mantuvieron entre las Conferencias Ministeriales celebradas en Seattle y en Doha. La relativa facilidad con que se aprobaron estos debates en Doha se debe a las negociaciones informales, y, probablemente, a que eran una parte esencial para cualquier compromiso. En lo que se refiere al medio ambiente, por el contrario, los países en desarrollo experimentaron un fracaso importante. 10. En cuanto a la Ley Agrícola de los EE.UU. (US Farm Bill), la oradora opinó que marcaba el abandono de los esfuerzos de liberalización y era en parte un paso hacia el unilateralismo. La Ley Agrícola ha sido objeto de fuertes críticas a nivel internacional. La alianza vencedora en Doha ya se disolvió, porque la Ley Agrícola de los EE.UU. dificultaba cualquier razonamiento en pro de la reforma de la política de la UE. 11. Según la Sra. Page podría darse en las negociaciones el intento de trasladar al compartimento verde [Nota 3] las subvenciones que ahora se hallan en el compartimento azul [Nota 4] , y en general, un cambio en la política de la UE hacia la concesión de subvenciones no relacionadas directamente con la producción. Si bien las subvenciones son el blanco de muchas críticas, la oradora señaló que el sistema actual de subvenciones podría beneficiar, en general, a los países pobres de África, a excepción de los que tratan de exportar productos alimenticios transformados o los que se ven particularmente perjudicados por las exportaciones de productos subvencionados específicos. Sin embargo, podrían sacar mayor provecho de un acceso mejorado a los mercados de la UE y a los de otros países, que de subvenciones más reducidas. Ello podría lograrse manteniendo los contingentes arancelarios específicos, aunque ya se cuestiona su compatibilidad con las normas de la OMC. 12. La oradora señaló que para reformar el sector agrícola a través de negociaciones multilaterales o bilaterales, los países deberían comparar el provecho de cada uno de los cambios con el costo de realizarlo. Entre las ofertas posibles estaría la concesión de acceso a otras mercancías o servicios, o la prorrogación de la Cláusula de Paz. El vencimiento de esta Cláusula [Nota 5] en 2003 proporcionaría, de hecho, un medio de acción posible, ya que la UE estaría quizás dispuesta a proponer una oferta importante a cambio de que se mantuvieran algunas subvenciones. Para poder utilizar este elemento, los países en desarrollo deberían definir sus prioridades y formar grupos de negociación eficaces. Los países ACP podrían utilizar este argumento en las negociaciones relativas a los Acuerdos de Cotonou, ofreciendo, por ejemplo, su apoyo a la Cláusula de Paz a cambio de obtener un mejor acceso a los mercados. Por otra parte, algunos países en desarrollo, como los latinoamericanos, se inclinan más por una reducción de las subvenciones y la terminación de la Cláusula de Paz. La Sra. Page añadió que existían intereses diversos incluso entre los países ACP, lo que dificultaba la formación de alianzas. IV. Las Perspectivas del Japón con respecto a las Negociaciones de la OMC sobre Agricultura 13. El Sr. Yasushi Fujii señaló que el Japón es un gran importador de productos agrícolas, pesqueros y forestales, con un déficit comercial neto muy elevado en estos sectores. El Japón ha mantenido una posición muy constante en las negociaciones de la OMC sobre la agricultura. Entre sus propuestas, orientadas hacia la coexistencia de agriculturas diversas, está el apoyo al carácter multifuncional de la agricultura para garantizar la seguridad alimentaria y equilibrar las normas que se aplican a los países exportadores e importadores (manteniendo el sistema actual de ayuda interna y reforzando al mismo tiempo las disciplinas relativas a las exportaciones). El Japón considera que también se deben tener en cuenta los intereses de los países en desarrollo y las preocupaciones de los consumidores y de la sociedad civil. 14. El Sr. Fujii observó que en el Japón, los Ministerios de Asuntos Exteriores, Comercio y Economía, y Agricultura, elaboraban y aplicaban la política comercial. Muchos miembros del Parlamento, especialmente del partido político mayoritario, es decir el Partido Liberal Demócrata, necesitan el apoyo de las organizaciones que reúnen a agricultores y a explotadores agrícolas en las elecciones. Además, el consumidor japonés es muy sensible a la calidad de los productos alimenticios y a su inocuidad, y están dispuestos a pagar el doble del precio de un producto importado por un producto nacional si este último pareciera más seguro y tuviera mejor sabor. 15. Por último, el orador dijo que el Japón no tenía interés en hacer concesiones en materia de agricultura; por tanto, era necesario llegar a un compromiso global que abarcara todos los sectores. 16. En el debate general se mencionó que algunos países disponían de productos agrícolas de buena calidad sin recurrir a la concesión de subvenciones. V. Las Repercusiones Comerciales de la Política Agrícola Estadounidense 17. El Sr. Michael Swidinsky explicó que el gobierno estadounidense empezó a intervenir en el sector agrícola durante la Gran Depresión del decenio de 1930. Esta intervención debía ser meramente temporal, pero debido a las tecnologías de reducción de costos, los precios siguieron disminuyendo de manera constante. La fuerza del grupo de presión agrícola en los EE.UU. garantizó la continuación de este apoyo, que tenía un impacto relativamente reducido en el presupuesto y muy pocos efectos negativos para el consumidor. 18. El Sr. Swidinsky proporcionó información detallada e hizo observaciones acerca de la ayuda que el gobierno estadounidense brinda al sector agrícola. Dijo, en particular, que la ayuda de este país a la agricultura, en términos de porcentaje o de valor de la producción, era inferior a la de la UE o el Japón pero superior a la del Canadá o Australia. En los EE.UU. esta ayuda ha disminuido de manera constante de 1987 a 1997 para después volver a aumentar, particularmente en el caso de los cereales y de las semillas oleaginosas, hasta alcanzar el nivel existente en el período anterior a la Ronda Uruguay. 19. La política agrícola de los EE.UU. está reglamentada por la Ley Agrícola que suele abarcar un período de cinco años. La última fue la Ley Federal de Mejora y Reforma de la Agricultura (Federal Agriculture Improvement and Reform FAIR Act) de 1996, que venció este año. Antes de 1996, la legislación había entrañado una intervención muy amplia del gobierno en el sector agrícola, debido a la baja de los precios de mercado. Para controlar los costos, el gobierno impuso medidas encaminadas a restringir las zonas de cultivo y a imponer el barbecho. La Ley FAIR de 1996 era una reforma parcial destinada a poner fin a la importante intervención del gobierno. Esta última concedía cierta flexibilidad a los agricultores respecto de los productos que se podían cultivar y suprimió el barbecho obligatorio. Los pagos complementarios fueron substituidos por pagos directos no vinculados a la producción. La nueva Ley Agrícola tiene el propósito de poner fin a las reformas parciales de la Ley FAIR. Su costo se estima en $190 mil millones para un período de diez años, es decir, $83 mil millones más de lo que costaría prolongar la Ley FAIR de 1996. Restablecería los pagos contracíclicos, como los pagos complementarios, pero no revocaría la flexibilidad en cuanto al cultivo de la tierra ni reintroduciría el barbecho obligatorio. 20. La Ley FAIR de 1996 y la Ley de los Acuerdos de la Ronda Uruguay entraron en vigor al mismo tiempo. Durante los primeros años de aplicación de la Ley de los Acuerdos de la Ronda Uruguay, los EE.UU. se mantuvieron muy por debajo del máximo de la medida global de ayuda (MGA). Sin embargo, la MGA total comenzó a aumentar en 1997 con el deterioro de los precios de los productos agrícolas. Además, los EE.UU. introdujeron las subvenciones ad hoc como medida de urgencia. En su última notificación a la OMC sobre la ayuda interna, los EE.UU. declararon la ayuda por pérdida de mercado como una MGA no referida a productos específicos. Como se trataba en ese momento de de minimis, no se incluyó en la MGA total. Los EE.UU. estaban ya muy cerca de su límite máximo y quizás lo sobrepasarán en 2002. 21. Según el orador, todo permitía suponer que los pagos contracíclicos se considerarían una MGA por producto. Si se daba una recuperación en los precios, la MGA total se mantendría por debajo del máximo, pero si éstos bajaban, los EE.UU. podrían muy bien sobrepasar el límite máximo de la MGA. Esto ocasionaría un aumento brusco e incontrolado de los pagos contracíclicos y de los pagos por complemento de préstamo. De ser así, los EE.UU. tal vez volverían a aplicar medidas encaminadas a regular la oferta. En las negociaciones de la OMC, los EE.UU. podrían tener mucho interés en mantener el compartimento azul, en vista de que, probablemente, los pagos contracíclicos quedarían circunscritos a éste. 22. El orador concluyó su presentación haciendo hincapié en las repercusiones de la nueva Ley Agrícola de los EE.UU. en los países en desarrollo. Señaló que ésta incrementaría el apoyo al sector agrícola en los EE.UU. Si bien la mayoría de las subvenciones distorsionan la producción, algunas son más perjudiciales que otras. Los programas de la nueva Ley Agrícola son los que causan mayor distorsión. Los excedentes generados por estas subvenciones acabarían en el mercado mundial y provocarían una baja en los precios mundiales. Para los países en desarrollo importadores netos de productos alimenticios, esto disminuiría la factura de sus importaciones; para los países en desarrollo exportadores netos de esta clase de productos, llevaría a la disminución de los ingresos procedentes de las exportaciones. Nota 1: Conviene señalar que los cinco miembros latinoamericanos del Grupo de Cairns abortaron las negociaciones relativas al Balance a Mitad de Período, celebradas en Montreal en 1988 y que, de manera similar, los mismos provocaron la interrupción de las negociaciones sobre la agricultura y, por consiguiente, de la Conferencia Ministerial que tuvo lugar en Bruselas en 1990, y en la que se preveía finalizar la Ronda Uruguay. (volver a texto) Nota 2: Los países que lo forman son: Cuba, El Salvador, Haití, Honduras, Kenya, Nicaragua, Pakistán, la República Dominicana, Sri Lanka, Uganda y Zimbabwe. (volver a texto) Nota 3: La categoría verde comprende las subvenciones que no distorsionan el comercio o que lo distorsionan de forma mínima, y que, por tanto, están autorizadas de manera ilimitada. Las medidas relativas a la categoría verde deben, en general, disociarse de la producción, lo que significa que la ayuda proporcionada no debe vincularse a las decisiones relativas a la producción. (volver a texto) Nota 4: La categoría azul autoriza la utilización de subvenciones para ciertos programas, cuyo efecto es limitar la producción, si bien no conlleva la obligación de reducir dicha ayuda. (volver a texto) Nota 5: El artículo 13 del Acuerdo de la Ronda Uruguay sobre la Agricultura exenta ciertas medidas relativas a subvenciones nacionales a la importación y a la exportación de ser cuestionadas en la OMC, en virtud de las disposiciones del GATT de 1994 y del Acuerdo sobre Subvenciones y Medidas Compensatorias, por un período de nueve años (que vence en 2003), siempre y cuando los miembros respeten los compromisos contraídos, de conformidad con el Acuerdo sobre la Agricultura. (volver a texto)

	Volver a principio de página

Bienvenidos \| Presentación \| Documentos \| Portal de Comercio \| El Desarrollo de la ACICI Colaboración con otras Organizaciones \| Nuevos Embajadores ante la OMC Unidad de la ACICI para los No Residentes \| Galería de Fotos \| Navegar \| Contáctenos © 1998 - 2003 ACICI. Webmaster: Intermediatica S.L.