La Sra. Carol Cosgrove-Sacks, Directora de la División de Comercio y de la Madera de la Comisión Económica de las Naciones Unidas par Europa (UN/CEPE) presidió la reunión, cuyo objetivo era constituir un foro abierto destinado a estimular los debates sobre las negociaciones en curso en la OMC. La UN/CEPE y la Agencia de Cooperación y de Información para el Comercio Internacional (ACICI) organizaron conjuntamente esta reunión, dado que ambas organizaciones comparten el interés por ayudar a las economías en transición y a los países pequeños a entender mejor las cuestiones de Doha.

2. La Sra. Esperanza Durán, Directora de la ACICI, agradece a la UN/CEPE su contribución en esta tercera reunión organizada conjuntamente. Recuerda a los participantes que la ACICI y la UN/CEPE ya han celebrado dos reuniones conjuntas sobre las Conferencias Ministeriales de la OMC, antes de la Conferencia Ministerial de Seattle y tras la de Doha. La Directora de la ACICI pone de manifiesto los progresos realizados por las economías en transición, al haber logrado que se reconozcan sus intereses específicos en el párrafo 38 de la Declaración Ministerial de Doha. Por otra parte, destaca la importancia de la aceleración del proceso de adhesión de las economías en transición que todavía no son miembros de la OMC e insiste en que los miembros en proceso de adhesión ya pueden participar en las negociaciones de la OMC, lo que constituye una mejora considerable de su condición desde la Conferencia celebrada en Punta del Este. Seis grupos de economías en transición han finalizado el proceso de adhesión o están realizándolo actualmente. Se trata de las siguientes: 1) las economías que ya estaban integradas en el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT) antes de que se estableciera la OMC; 2) las que se adhirieron a la institución antes de la Conferencia Ministerial de Seattle; 3) las que se adhirieron a la OMC entre la Conferencia Ministerial de Seattle y la de Doha; 4) las economías en transición que se han adherido a la OMC desde la Conferencia Ministerial de Doha; 5) las que todavía tienen que realizar varias etapas del proceso; 6) las economías en transición que han solicitado la condición de observador pero que han de presentar una solicitud de adhesión para poder iniciar el proceso. Parece estar claro que cada uno de estos grupos de economías tendrá que defender intereses distintos en las negociaciones comerciales de Doha, si bien coinciden en temas comunes, como la plena aplicación de los Acuerdos existentes de la OMC.

II. Los Progresos Realizados en el Marco de las Negociaciones sobre la Adhesión a la OMC

3. El Sr. Hector A. Millán, Consejero Principal de la Secretaría de la OMC, señala que ningún país menos adelantado (PMA) se ha adherido a la OMC desde 1995, y espera que Camboya y Nepal lleven a cabo el proceso antes del final de 2003. Mientras que unas diez economías en transición se han adherido a la OMC desde 1995, otras diez aproximadamente están actualmente en proceso de adhesión. La cantidad y el alcance de los compromisos contraídos por los países en proceso de adhesión varían considerablemente. Diversas cuestiones sistémicas conciernen dicho proceso y se ha dado prioridad al respeto de las normas y las obligaciones de la OMC. Sin embargo, existe la posibilidad de negociar compromisos, como lo ilustran el caso de Armenia, que se ha beneficiado de un plazo de seis años para poner su régimen de IVA de conformidad con el Acuerdo de la OMC sobre Subvenciones y Medidas Compensatorias, y el de la China, que ha sufrido retrasos en el ámbito de la contratación pública.

III. La Adhesión de Rusia a la OMC

4. El Sr. Maxim Medvedkov, Ministro Adjunto, Ministerio del Desarrollo Económico y el Comercio de la Federación de Rusia y negociador principal de la adhesión de Rusia, presenta su país como el séptimo territorio aduanero más grande del mundo y como exportador importante de mercancías, de productos con valor añadido y de servicios. En la medida en que este país es también un gran importador, tiene que participar necesariamente en el foro internacional más importante en relación con las cuestiones comerciales. Mientras que la adhesión a la OMC representa una prioridad política para Rusia, entraña asimismo implicaciones económicas importantes. En este sentido, las condiciones de adhesión tienen que ser equilibradas. Por otra parte, Rusia no va a solicitar acuerdos transitorios significativos. Puesto que el proceso de adhesión de Rusia está en la fase final, el orador explica que Rusia está dispuesta a incorporar los servicios financieros y las telecomunicaciones a un proceso de transición progresivo, pero que la liberalización no será total. Dado que la tasa de capitalización de una institución financiera occidental de envergadura sobrepasa el de las instituciones rusas en su conjunto, el nivel de liberalización que se acuerde será el elemento que permita decidir si se mantienen o no a largo plazo las instituciones financieras rusas.

5. Si bien ya se ha finalizado el 80 por ciento de las negociaciones bilaterales sobre la adhesión en lo que se refiere a los bienes, esta cifra se sitúa entre el 50 y el 60 por ciento en el ámbito de los servicios. Conviene observar que las dificultades sistémicas observadas en el marco de la OMC están planteando obstáculos a la adhesión de Rusia. Por ejemplo, la falta de consenso entre los miembros sobre la cuestión de saber cómo abordar la agricultura, ha dividido a los miembros entre los defensores de la liberalización y los defensores de la multifuncionalidad. Ambos grupos tratan de obtener el apoyo de Rusia para sus propias posiciones en el marco de las negociaciones bilaterales relativas a la adhesión. Del mismo modo, en lo que se refiere al ámbito de los servicios en el marco de las negociaciones bilaterales, los negociadores rusos disponen de un margen de maniobra limitado entre los miembros que desean incluir la excepción cultural y los que están a favor de un mercado libre de todo obstáculo. Por otra parte, se han iniciado negociaciones difíciles en este mismo ámbito, que aún no se han finalizado, en materia de liberalización del suministro de servicios de energía, la distribución y la extracción. Además, en la esfera de la protección del medio ambiente, Rusia ha tenido que responder a solicitudes que van más allá de los parámetros definidos en los Acuerdos de la OMC existentes. En realidad, este tipo de cuestiones sistémicas forma parte de un marco que los miembros de la OMC deben examinar a largo plazo. El orador no está convencido de que incorporar estas cuestiones a las negociaciones sobre la adhesión sea la manera más eficaz de abordarlas.

IV. El Programa de Trabajo del Centro de Comercio Internacional (CCI) sobre la Cuestiones de la OMC

6. El Sr. Meter Naray, Consejero Principal del CCI, insiste en que el CCI tiene por objeto reforzar las capacidades de las economías en transición y de los países en desarrollo de modo que puedan participar más activamente en el Programa de Trabajo de Doha y establecer vínculos más solidos entre el gobierno y el sector empresarial. Señala que si bien el programa de las negociaciones comerciales de los países desarrollados se basa ante todo en los intereses empresariales, esto no es del todo el caso para los países en desarrollo y las economías en transición. Está claro que el margen de maniobra de los negociadores comerciales estadounidenses que se ocupan de los derechos de propiedad intelectual depende, en gran medida, de la posición de la industria farmacéutica de los Estados Unidos. Por otra parte, ningún país sabría cómo actuar de manera efectiva en las negociaciones actuales sobre el acceso a los mercados sin la contribución del sector comercial del país. Es en este sentido que el CCI participa activamente para auspiciar y promocionar reuniones en los países en desarrollo y las economías en transición, en las que los funcionarios nacionales, el sector comercial y las organizaciones no gubernamentales pueden abordar las cuestiones objeto de negociación en el marco de la OMC. A fin de ilustrar las dificultades que plantea la falta de interacción entre el gobierno y el sector empresarial, el orador menciona el caso de un miembro de la OMC que hizo concesiones en el sector del automóvil sin que contribuyera de manera substancial la industria del automóvil de su país. No fue sino en el momento de la aplicación de los compromisos contraídos que se hizo aparente que la aplicación integral de los mismos engendraría el hundimiento total del sector del automóvil del país. En este caso, fue posible volver a negociar los compromisos, pero el ejercicio resultó costoso. En el ámbito de los servicios, la participación del sector empresarial es fundamental. Según él, dada la naturaleza abstracta de los servicios, el sector comercial es el que puede tener la idea más clara de lo que representan los obstáculos al comercio en este sector. Si los países en desarrollo y las economías en transición quieren representar sus intereses nacionales de manera efectiva en el marco de las negociaciones comerciales actuales, es indispensable que exista una interacción sólida entre el gobierno y el sector empresarial en la elaboración del calendario nacional de negociaciones.

V. Las Perspectivas de la Conferencia Ministerial de Cancún

7. El Sr. David Woods, Consultor de World Trade Agenda, declara que está previsto llegar a un acuerdo sobre las Cuestiones de Singapur en Cancún. Sin embargo, parece improbable que se llegue a adoptar una decisión sobre las modalidades de negociación durante la Conferencia Ministerial de septiembre. Los motivos que explican esta situación son numerosos:

● No se han cumplido numerosas fechas límite, en particular en el ámbito de la agricultura;

● Es poco probable que se inicien negociaciones en materia de acceso a los mercados si no se logra avanzar en el ámbito de la agricultura;

● En las negociaciones relativas a los servicios, se han presentado 25 a 30 propuestas, pero ninguna de ellas ha llamado la atención;

● En lo que se refiere a los ADPIC y la salud pública, no se ha registrado avance alguno sobre el proyecto presentado;

● Las negociaciones encaminadas a consolidar el trato especial y diferenciado en favor de los países en desarrollo y relativas a las cuestiones de aplicación están en punto muerto.

8. No parecía posible realizar progresos significativos, dado el estancamiento de las negociaciones sobre la agricultura. En el acuerdo firmado recientemente sobre la Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea (UE) se plantea la cuestión de disociar la ayuda a la producción. Sin embargo, la nueva política de reforma no ha sido suficientemente ambiciosa y, sobre todo, no se aplicaría de manera equitativa. Hasta la fecha, la UE no ha tratado de reflejar esta reforma en una nueva posición en el marco de las negociaciones sobre la agricultura. Los países en favor de una mayor liberalización no están convencidos del conjunto de medidas de reforma de la PAC y, sobre todo, no creen que esta reforma aumente significativamente el acceso a los mercados.

9. En lo referente a las Cuestiones de Singapur, cabe recordar que la tentativa anterior de incorporar a la OMC un Acuerdo Multilateral sobre Inversiones (AMI) negociado en el marco de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) fracasó, dada la fuerte presión ejercida por las organizaciones no gubernamentales. Hay que tener en cuenta también que la voluntad de integrar las inversiones en la OMC no está motivada por los intereses de las empresas. Si una multinacional de gran tamaño quiere invertir en un país en desarrollo, la existencia o la ausencia de un acuerdo multilateral sobre inversiones no será una de las preocupaciones principales. En realidad, la voluntad de integrar las inversiones en la OMC reside, en gran parte, en que los negociadores de las Comunidades Europeas reciban concesiones por parte de otros países que justifiquen la necesidad de reformas adicionales de la PAC.

10. Del mismo modo, la política de competencia no está motivada por los intereses de las empresas. Si bien éstas pueden favorecen un entorno competitivo justo y abierto, es poco probable que consideren las negociaciones relativas a las normas de la política de competencia en el marco de la OMC un instrumento que sirva para lograr ese fin. Si bien las normas en materia de política de competencia podrían interesar a algunos países en desarrollo como una garantía para obtener información procedente de los países desarrollados sobre sus prácticas anticompetitivas, los países en desarrollo se muestran reacios al no saber si un sistema de competencia en el marco de la OMC sería conveniente para ellos. En cuanto a la facilitación del comercio y la transparencia de la contratación pública, se ha abordado principalmente el aspecto de la corrupción. Se trata, por consiguiente, de compromisos muy complejos.

VI. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD)

11. El Sr. Norbert Lebalé, de la División de la Inversión, el Fomento de la Empresa y la Tecnología de la UNCTAD informa a los participantes que la UNCTAD brinda asistencia a las economías en transición y a los países en desarrollo en el proceso de adhesión a la OMC; señala, sin embargo, que la cuestión del desarrollo debe ir más allá del proceso de adhesión. Ante todo, es preciso conocer las repercusiones a largo plazo del proceso de adhesión. Dicho esto, la posibilidad que se ofreció a los miembros en proceso de adhesión tras la Conferencia Ministerial de Doha de poder participar en las negociaciones ha constituido un elemento positivo. Sin embargo, que los países en adhesión tengan que cumplir obligaciones que excedan las de la OMC (“WTO plus”), plantea claramente un problema. Por ejemplo, el Sr. Medvedkov destaca la cuestión de la energía en el marco de las negociaciones de la OMC. El Sr. Lebalé no entiende el motivo por el que las economías en transición o los países en desarrollo deban convertirse en laboratorios de la política de energía. Tampoco considera razonable que se introduzcan ciertas cuestiones en el marco de las adhesiones, que los miembros de la OMC no han querido abordar oficialmente. Mientras comparte la falta de optimismo del orador anterior en cuanto a los progresos realizados en materia de aplicación, destaca la existencia de otros acuerdos que no forman parte de la OMC pero que están en relación con el desarrollo, y que los negociadores de la OMC deberían tener en cuenta.

12. Con respecto a las Cuestiones de Singapur, el orador es de la opinión que las normas sobre las inversiones conllevan el riesgo no solo de limitar el “espacio político” para el desarrollo, sino también comprometer la capacidad de los países en desarrollo de aplicar políticas nacionales que les permitieran atraer inversiones extranjeras directas. Respecto de la política de competencia, son pocos los países en desarrollo que han establecido políticas de competencia nacionales sólidas. Cabe señalar también la falta de claridad que se observa frente a las medidas de flexibilidad que podrían aplicar los países en desarrollo. En cuanto a la transparencia de la contratación pública, el coste vinculado a la aplicación de las obligaciones relativas a la transparencia que tienen que soportar los países en desarrollo representa un obstáculo evidente a progresos ulteriores.

13. Los debates se centraron en la cuestión de la adhesión. Un participante señala que la cuestión de la coordinación interna era importante para los países en desarrollo y las economías en transición, pero también para los países desarrollados. Es difícil para un país promover sus intereses en el proceso de adhesión a la OMC si no existe una coordinación interna entre los sectores público y privado a nivel nacional. Otra participante pregunta si el CCI ha entablado un diálogo con los países en desarrollo en proceso de adhesión. Explica que es preciso cooperar con el sector empresarial antes de iniciar el proceso de adhesión. El Sr. Naray contesta que el CCI realiza programas, en particular en Asia Central, a fin de informar a los países sobre la manera de implicar más al sector privado en el proceso de adhesión.