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I. ¿Por qué recurrir a consultores jurídicos privados? A la inversa de lo puedan opinar ciertos abogados, no es necesario recurrir a jurisconsultos privados para cada litigio relacionado con la OMC. Durante años, los Miembros del GATT han tramitado litigios sin recurrir a abogados del sector privado, si bien en algunos casos y entre bastidores, recurrían a ellos a fin de obtener asesoramiento. En efecto, el antiguo sistema del GATT favorecía a los Miembros más ricos y mejor dotados en recursos humanos, los cuales disponían de suficientes recursos para tener abogados en plantilla. Sin embargo, ciertos litigios siguen sin necesitar todo un equipo de abogados. De hecho, la solución ideal sería disponer o desarrollar la pericia técnica a nivel interno. Por ello, insisto en que si necesitan colaborar con un abogado, busquen a uno que les ayude a desarrollar la capacidad técnica. Varias delegaciones que conozco y con las que he colaborado cuentan con personal perfectamente capacitado para tramitar casos. Añadiré que los plazos y las fechas límite, así como los problemas que plantea el idioma dificultan en gran medida la participación activa de numerosas delegaciones en los litigios. Por otra parte, dado lo mucho que está en juego en algunas diferencias, es a veces más prudente, desde el punto de vista político, buscar asistencia externa. En esos casos, deben ustedes decidir cuál de las soluciones que van a presentarse es la más adecuada y rentable, ya sea la gestión interna, la asistencia proporcionada por la OMC, el Centro de Asesoría Legal para Asuntos OMC, los consultores jurídicos independientes o los bufetes de abogados. En mi opinión, todas ellas son necesarias.
Antes de buscar asistencia externa, evalúen sus posiciones y determinen sus objetivos en cuanto al proceso de solución de diferencias. Háganse las preguntas siguientes:
Puede que sea necesario recurrir a consultores jurídicos privados para los casos dudosos (cuando las probabilidades de ganar no están del todo claras), los casos técnicamente complejos, los casos en los que están involucradas las principales potencias comerciales, en los que se pueden aportar elementos significativos en su contra, en los litigios sensibles desde el punto de vista económico y político, o cuando el caso requiere ampliar la fuerza de trabajo. |
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Las opiniones varían en lo que se refiere a la elección del asesoramiento jurídico privado. A mi parecer, el derecho de la OMC es muy especializado y, por consiguiente, el abogado ideal debe cumplir los requisitos siguientes:
Los conocimientos académicos (y económicos) que se requieren y la experiencia en los asuntos relacionados con la OMC suelen adquirirse en la universidad o al trabajar en una delegación o en la Secretaría. La pericia jurídica es una esfera en la que tienen ventaja los abogados formados en los Estados Unidos, los juristas especializados en Common Law y algunos juristas europeos. Es preciso dosificar pericia jurídica y "diplomacia" en el trámite de las diferencias relacionadas con la OMC. Soliciten el curriculum vitae de los abogados que puedan interesarles para el caso. Infórmense sobre los casos tocantes a la OMC en los que éstos hayan colaborado, qué documentos han redactado y dónde han trabajado. Consulten Internet si desean obtener más informaciones. Un gran número de bufetes de abogados dispone de un Sitio Web. Además, muchos de ellos proporcionan informaciones a través de un servicio llamado Martindale-Hubbell que dispone de un Sitio Web de excelente calidad. El enlace para el servicio de búsqueda es el siguiente: http://lawyers.martindale.com/marhub. Hay que tener cautela, sin embargo, ya que ciertas normas por las que se rigen algunos Colegios de Abogados prohiben a ciertos bufetes que se anuncien en este o en otros servicios. En el pasado, algunos Miembros han cometido el error de contratar los servicios de abogados que carecían de conocimientos sobre aspectos relacionados con el GATT/OMC, en especial cuando los Miembros han optado por jurisconsultos que hablaban su mismo idioma, lo cual constituye un grave error. No contraten a alguien para que aprenda su profesión; les aseguro que es el doble de caro y los resultados suelen ser mediocres. La especialización en esta rama del Derecho es un terreno muy escarpado y como especialistas que son, estoy convencido de que saben a lo que me refiero. Otros Miembros han cometido el error de recurrir a los servicios de académicos especializados en temas comerciales con poca o ninguna experiencia en el ejercicio de la abogacía, lo cual constituye, asimismo, un error; si un abogado no puede defender su caso particular, no debería ser su abogado. Desearía añadir al respecto que es imprescindible mantener buenas relaciones con los abogados: si no hay afinidades entre ustedes, es conveniente cambiar de jurisconsulto. Si no les convence el trabajo realizado por uno de los abogados entrevistados en su posición anterior, por ejemplo su colaboración en la Secretaría o en otra delegación, ¡opten por otro jurista! Está claro que también puede darse la situación inversa.
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III. ¿Dónde buscar servicios jurídicos? El lugar geográfico en el que se halle la consultoría jurídica reviste importancia en cuanto a los costos, la conveniencia y los contactos. Para evitar ofender a los presentes, me limitaré a hablar de los bufetes situados en Ginebra, Wáshington o Bruselas. Existe, asimismo, la posibilidad de contratar los servicios de abogados de sus capitales o regiones, aunque las circunstancias (antes expuestas) deben justificar dicha decisión. Permítanme que les exponga las consideraciones que, a mi parecer, son pertinentes y presentarles a continuación la situación de cada una de estas localidades. Doy por sentado que al escoger un abogado esperan de él que sea un abogado:
Los abogados ofrecen tan sólo tres servicios: conocimientos, peritaje y tiempo. Los que disponen de conocimientos pertinentes en el ámbito del comercio y de experiencia en el ejercicio de la abogacía tienden a estar agrupados en algunas ciudades importantes como Ginebra, Wáshington y Bruselas. Cuando los abogados han de viajar, el desplazamiento toma tiempo y facturan tarifas horarias adaptadas a sus viajes. Se espera de ustedes que sufraguen los costos del billete de avión (con frecuencia Clase Business para que el abogado pueda trabajar o dormir durante el vuelo), los hoteles (calidad Clase Business), las comidas, los taxis y demás gastos.
Escoger un bufete de abogados con oficinas en Ginebra se justifica plenamente por los motivos siguientes:
Existe otro motivo que justifica todavía más esta elección. Para finales de este año, es muy probable que abran oficinas en esta ciudad uno o dos bufetes de abogados más, especializados en temas comerciales (además de un bufete estadounidense que acaba de instalarse en Ginebra). Un bufete de Bruselas, con una fuerte afiliación estadounidense, también acaba de abrir una pequeña oficina en esta ciudad.
Wáshington cuenta con la mayor concentración de abogados especializados en temas de la OMC. Tampoco resulta sorprendente que reúna la mayor concentración de abogados especializados en cuestiones antidumping. Gran número de antiguos empleados del USTR han intentado, y en algunos casos lo han logrado, abrir bufetes en Wáshington D.C. especializados en temas relacionados con la OMC. Wáshington es, asimismo, una elección viable por los siguientes motivos:
Es probable que los bufetes de abogados de Wáshington D.C. sigan adquiriendo importancia si incrementan el número de oficinas en Ginebra. Dicho sea de paso, los costos de los viajes y la ausencia de vuelos directos con destino a Ginebra son factores negativos (ahora las tarifas telefónicas son competitivas).
Es probable que con la presencia de la sede de la Unión Europea en Bruselas la ciudad reúna cada vez más abogados de talento. Numerosos expertos en temas comerciales están establecidos en Bruselas y algunos bufetes de abogados están especializándose en el comercio y adquieren cada vez más experiencia como grupos de presión. Algunos bufetes estadounidenses disponen, asimismo, de oficinas en Bruselas. Por otra parte, he oído decir que la Unión Europea ha contratado los servicios de bufetes con oficinas en Bruselas para prestar asistencia a algunos países en desarrollo Miembros. Las combinaciones para viajar entre Bruselas y Ginebra son excelentes, pero los vuelos son caros.
En algunos casos, puede resultar útil recurrir a un bufete de abogados local o regional, en particular a uno que disponga de oficinas en sus capitales; esto es particularmente cierto cuando ha de realizarse un volumen importante de trabajo a nivel local, lo cual podría aplicarse al caso de los países de habla española. Desconozco cuáles son los bufetes de abogados latinoamericanos que están adquiriendo cada vez más pericia en temas relacionados con la OMC, pero supongo que ya existen algunos. En el pasado, algunos Miembros latinoamericanos optaron por bufetes de abogados con oficinas en Wáshington. He oído hablar de experiencias muy positivas y otras muy negativas de Miembros que han recurrido a los servicios de abogados o de consultores jurídicos locales establecidos en el extranjero. Los bufetes de abogados locales han de poner doble empeño en la defensa de las causas; por otra parte, son capaces de realizar entrevistas y de entender los documentos en el idioma local. Sin embargo, pueden plantearse problemas a nivel lingístico y cultural cuando los abogados se desplazan a Ginebra para defender el caso. Por consiguiente, si optan por un bufete de abogados local, escojan uno con abogados que cuenten con experiencia en temas relacionados con la OMC. Evalúen los conocimientos de los jurisconsultos y asegúrense de que la distancia que les separa de Ginebra no es un obstáculo. Si sus objetivos son desarrollar la capacidad nacional, puede que se justifique el optar por un bufete de abogados local. Quizás sea posible obtener lo mejor de ambas opciones - en algunos casos se pueden combinar los servicios de un bufete local y de una consultoría jurídica extranjera si el objetivo es desarrollar la capacidad nacional. Algunos bufetes, incluido el mío, se enorgullecen de colaborar con consultorías jurídicas extranjeras.
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Las tarifas de los abogados especializados en temas comerciales de los grandes bufetes varían entre US$ 200 y US$ 450 por hora, dependiendo de quién realice el trabajo, o bien un asociado experimentado o bien un socio principal (estos precios, al ser muy competitivos, pueden poner en tela de juicio el cuadro de tarifas propuesto por el Centro de Asesoría Legal para Asuntos OMC). Es probable que tengan que pagar aún más a los abogados que gozan de muy buena reputación cuando se trata de un trabajo muy especializado o cuando los grandes profesionales de la abogacía actúan como grupos de presión. Si las tarifas que ciertos abogados les ofrecen les resultan demasiado elevadas, conviene estudiar las ofertas de la competencia. Si ésta ofrece tarifas mucho más reducidas, infórmense sobre la calidad y el nivel de conocimientos de los abogados que se ocuparán de tramitar sus casos. A la inversa de lo que muchos puedan pensar, la competencia entre los abogados se basa en el precio. Por regla general, las tarifas de los bufetes establecidos en Ginebra y en Wáshington son comparables, teniendo en cuenta las fluctuaciones de los tipos de cambio; las tarifas de los bufetes con oficinas en Bruselas son levemente inferiores. Las tarifas de los consultores jurídicos privados tienden a ser inferiores, ya que ni los gastos generales ni el personal son comparables con los de los grandes bufetes de abogados. Por otra parte, no olviden que deberán sufragar todos los costos y gastos adicionales incurridos por el bufete de abogados, incluidas las llamadas telefónicas, los faxes, las fotocopias, los gastos y servicios de correo y los gastos relativos a los viajes. Tengan en cuenta que los Colegios de Abogados locales imponen ciertas normas especiales que pueden aplicarse a sus casos si no tienen cuidado. Por ejemplo, algunos Colegios de Abogados locales autorizan tarifas basadas en el éxito (Ginebra) o tarifas basadas en lo que está en juego en el litigio (Italia y Alemania). Para evitar sorpresas, negocien previamente un acuerdo obligatorio por el cual se establezcan los honorarios de los abogados. Existen ciertas técnicas que pueden ayudarles a reducir los costos, aunque ello depende de los pormenores del caso. A menudo, los bufetes de abogados reciben solicitudes de presupuesto y también es práctica corriente, por parte de los clientes potenciales, comparar las ofertas de los distintos bufetes. Si desean recibir ofertas creíbles, estén dispuestos a compartir los pormenores del litigio con los abogados y a definir las actividades del bufete que hayan escogido. También es muy frecuente intentar negociar tarifas preferentes (en particular si su propósito es seguir recurriendo, en el futuro, a los servicios del mismo bufete) o tratar de negociar una tarifa máxima. El comercio en el ámbito de los servicios jurídicos está cada vez más sometido a la presión de la competencia. Permítanme avisarles, sin embargo, que la práctica jurídica es un negocio y que si se presiona demasiado al bufete para que reduzca las tarifas, se corre el riesgo de que la calidad del servicio prestado se vea afectada. Con toda franqueza, la competencia es cada vez más agresiva en lo que se refiere a los precios de los servicios jurídicos - ¡hablar de dumping sería probablemente más acertado! Desconfíen de toda oferta que parezca demasiado atractiva. Puede suceder que contraten los servicios de un abogado que carezca de experiencia. Entrevístense con abogados y prepárense a tener que distinguir entre abogados experimentados en el ejercicio de la profesión jurídica y muchos otros que intentan adquirir experiencia y hacerse con nuevos clientes, o abogados que tienen poca o ninguna experiencia en la esfera del comercio y que tratan de abrirse camino a cualquier precio. Dicho esto añadiré que un bufete de abogados de excelente reputación y con oficinas en Ginebra ha lanzado una oferta especial para los países menos adelantados (PMA) que es, a mi parecer, muy interesante. Esta oferta no es sólo ventajosa para los PMA, sino también para los abogados especializados en temas comerciales de este bufete, ya que les puede ayudar a reforzar su imagen y a aumentar su cuota de mercado. Quizás esta oferta marque el principio de la competencia entre los bufetes de abogados privados y el Centro de Asesoría Legal para Asuntos OMC.
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V. ¿Cómo encauzar el trabajo del consultor jurídico privado? La manera de encauzar el trabajo del consultor jurídico debería ser uno de los temas favoritos de los clientes. Desafortunadamente, muchos de ellos ignoran todavía cómo hacerlo. Desde el punto de vista comercial, deben tenerse en cuenta ciertas consideraciones de carácter ético, financiero y administrativo. Desde el punto de vista ético, cabe señalar que pese a los recientes debates mantenidos en una conferencia internacional, los abogados que ejercen la profesión jurídica a nivel internacional no están obligados por normas que se imponen para evitar conflictos de intereses, aparte de las normas impuestas por los Colegios de Abogados locales. Deberían informarse sobre posibles conflictos de intereses antes de tomar contacto con un bufete de abogados privado. Los conflictos de intereses pueden presentarse de distintas maneras, por ejemplo, existe la posibilidad de que el bufete esté representando a otros gobiernos con lo que ustedes estén o puedan estar en litigio, o que esté representando a industrias que podrían verse afectadas por el resultado de la diferencia. Asimismo, es posible que deseen definir obligaciones de confidencialidad con los bufetes de abogados. Por regla general, los abogados están obligados a respetar normas de confidencialidad, pero éstas tienden a variar según los países. Sean razonables en sus expectativas. Pueden esperar que los abogados respeten las normas relativas a la confidencialidad pero es difícil impedir que un abogado utilice, en el futuro, la experiencia intelectual adquirida con su caso en debates académicos futuros o en otros litigios judiciales. Desde el punto de vista financiero, conviene establecer las tarifas horarias de cada uno de los abogados que intervengan en el caso y firmar un acuerdo en el que se estipulen dichas tarifas. Pueden solicitar informaciones sobre el precio que deberán pagar por los gastos accesorios tales como fotocopias y faxes. Estos gastos pueden llegar a ser considerables. Puede resultar útil, asimismo, convenir del modo de facturación. La facturación mensual les ayudará a controlar los gastos. Soliciten hojas detalladas del tiempo trabajado en las que estén enumeradas las actividades de todo el personal que participa en el caso, así como los gastos del mismo y los del bufete. Los Colegios de Abogados no suelen proporcionar ese tipo de informaciones, pero convertir esta solicitud en un requisito puede ayudarles a controlar los costos y entender mejor el proceso judicial. Soliciten un presupuesto, pero tengan en cuenta que ningún presupuesto es perfecto y que no es más que una estimación. Espérense a tener que pagar la tarifa horaria normal para la elaboración del presupuesto y hallar en él lenguaje cauteloso y notas de pie de página. Los abogados experimentados proporcionan a menudo estimaciones fiables sobre problemas y casos concretos. Si los abogados sobrepasaran las estimaciones, estén dispuestos a abordar con ellos la cuestión y tratar de hallar la causa del problema. Desde el punto de vista administrativo, conviene averiguar qué abogado será responsable del caso, quién se ocupará de él a diario y cuál de los abogados con menos experiencia intervendrá en el proceso. Los bufetes de abogados importantes tienden a designar un número más elevado de abogados a los casos y puede que a los abogados con menos experiencia les cueste más tener una visión de conjunto. Por consiguiente, convendría escoger una persona de contacto con un nivel relativamente elevado de experiencia a la cual recurrir en caso de preguntas y con la cual colaborar a diario. Conviene que tengan presente que los abogados que gozan de buena reputación tratan varios casos al mismo tiempo y que, a veces, tienen otras prioridades. Si consideran que su caso no recibe la atención que merece, menciónenlo. Determinen fechas con sus abogados para que éstos les sometan, antes del plazo fijado por la OMC, los proyectos de sus trabajos. Recuerden que esto resulta más difícil a nivel del îrgano de Apelación, dados los reducidos marcos temporales que suelen establecer. No olviden que sus abogados están formulando posiciones "oficiales" en nombre de los Gobiernos que ustedes representan. Por ese motivo, es preciso examinar con sumo cuidado el producto del trabajo de sus abogados.
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VI. ¿Qué deben esperar de los consultores jurídicos privados? Deben esperar de los consultores jurídicos que les traten con cortesía y honradez, que contesten a sus llamadas telefónicas y que consideren sus preocupaciones a nivel jurídico dentro de un plazo adecuado. Están en su derecho de esperar un trabajo de calidad, en particular si han escogido un consultor privado y están pagando las tarifas mencionadas, correspondientes al asesoramiento jurídico privado. El consultor jurídico deberá prestar especial atención a sus preocupaciones políticas y económicas y deberá escuchar sus opiniones. Ello no significa que tengan que aceptarse todas sus ideas pero el resultado de este intercambio debería reforzar la relación con sus abogados a medida que se van conociendo mejor. Un buen abogado suele tener habilidad para relacionarse. Los litigios tocantes a la OMC suelen ser, de manera inherente, asuntos multiculturales, por lo cual, deben esperar del consultor jurídico que se sienta cómodo en un medio internacional, en particular en el contexto de la OMC. Ello requiere, según las necesidades, ciertas aptitudes lingísticas, conocimientos de los distintos sistemas jurídicos y culturas y facilidad de contacto con diplomáticos de alto nivel. La elección de un consultor jurídico que reúna esas aptitudes depende de ustedes. Formulen las preguntas adecuadas antes de firmar un acuerdo por el que se determinen los costos o por el que se otorgue poder de representación.
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VII. ¿Qué esperan los consultores jurídicos privados? Los bufetes de abogados esperan de sus clientes que proporcionen las informaciones solicitadas dentro de un plazo de tiempo adecuado y de manera detallada: cuanto más asistan a sus abogados, mayores serán los resultados y menores serán los costos. Los bufetes de abogados que gozan de buena reputación en la profesión prefieren desarrollar con sus clientes una colaboración a largo plazo basada en la confianza, lo cual puede resultar beneficioso para ambas partes. Los consultores jurídicos desean, asimismo, poder informarles sobre los demás servicios que prestan y colaborar con ustedes en otros campos en los que, según ellos, pueden existir posibilidades de crecimiento. Por ejemplo, algunos bufetes de abogados prefieren asistir a sus clientes en el reexamen de las normas y reglamentos comerciales pertinentes, mientras que otros prefieren ofrecer sus servicios para casos de arbitraje o de litigios a nivel internacional. Los bufetes de abogados prefieren a los clientes con los que colaborar resulta fácil, ameno e interesante. A los jurisconsultos, en particular en las pequeñas ciudades como Ginebra, les agrada desarrollar una relación de amistad con sus clientes. Una buena relación personal puede llevar a una mejor relación profesional. Es muy probable que los bufetes de abogados presten servicios de mayor calidad a los clientes que pagan sus facturas de honorarios dentro del plazo convenido, normalmente entre 30 y 45 días a partir de la fecha de recepción de la factura. Sin embargo, los bufetes de abogados saben que el pago de las facturas en un plazo de 30 días puede ser un problema para ciertos gobiernos con dificultades a nivel burocrático. Sean conscientes de que algunos gobiernos tienen mala reputación en lo que se refiere al pago de los honorarios de sus abogados y que estas informaciones tienden a circular libremente entre los bufetes de abogados, en particular en Wáshington.
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A guisa de conclusión, me gustaría destacar algunos puntos que, en mi opinión, revisten especial importancia. El mecanismo de solución de diferencias de la OMC es complejo por naturaleza. Sería un error considerarlo un órgano estrictamente jurídico. Existen consideraciones políticas, económicas, institucionales y diplomáticas que desempeñan un papel muy importante en el proceso de solución de diferencias. El abogado ideal, de existir tal persona, debería entender la complejidad del sistema y estar dispuesto a trabajar en él y a reforzarlo. Ello requiere sólidos conocimientos de la teoría comercial y de la historia del GATT y de la OMC. Habida cuenta de la complejidad del sistema, se requerirán, según las situaciones, diferentes estrategias jurídicas y, en ocasiones, abogados distintos. Ello significa que en ciertos casos resulta más conveniente recurrir a un bufete de abogados que goce de buena reputación, a un consultor jurídico independiente, a la Secretaría de la OMC o al Centro de Asesoría Legal sobre Asuntos OMC. No se sientan obligados a trabajar únicamente con una organización o con un bufete de abogados. Evalúen qué estrategia, qué abogado es el más adecuado en determinada situación. Si consideran que la situación lo justifica, estén dispuestos a consultar varios abogados antes de iniciar el caso, a fin de escoger el bufete de abogados que mejor se adapte a sus propósitos. Numerosos bufetes no les cobrarán la primera consulta y, además, tendrán gran interés en tratar su caso y estarán, pues, encantados de tener la oportunidad de entrevistarse con ustedes. No tengan reparo en recurrir a los servicios de un consultor jurídico en caso de tener que tramitar un litigio o si necesitan asesoramiento para intervenir en un caso como Tercera Parte. Traten de desarrollar una relación profesional con uno o varios abogados a los que puedan recurrir, de manera formal o informal, cuando lo justifiquen las circunstancias. Los abogados a los que recurran deben ser flexibles en lo que se refiere a las estrategias que ellos mismos propongan. Ante todo recuerden que un buen abogado escuchará atentamente sus opiniones y les dará su justo valor. Del mismo modo, conviene que escuchen atentamente la opinión de sus abogados sin tener reparo en hacer preguntas si no están de acuerdo. Por último añadiré que conviene colaborar con abogados que les ayuden a desarrollar su capacidad interna y, como he dicho al principio, "la solución ideal sería disponer o desarrollar la pericia técnica a nivel interno. Por ello, insisto en que si necesitan colaborar con un abogado, busquen a uno que les ayude a desarrollar la capacidad técnica". |
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